Independencia: Al convertirte en emprendedor llevas las riendas del negocio y tomas las decisiones sobre su rumbo, lo cuál, aunque implica un riesgo, no te va a limitar como cuando tu detectas una oportunidad en tu trabajo y tu jefe como es de ideas fijas y no le gusta el cambio, no la aprovecha.
Libertad: Tu eres tu propio jefe, no necesitas permisos especiales y puedes organizarte para balancear tu vida y compartir con tus seres queridos.
Te permite hacer lo que más te gusta: Una de las características del ser un emprendedor exitoso es hacer lo que te apasiona, pues el hacer tu trabajo con gusto se ve reflejado en el trabajo final y tus clientes lo notan, por lo que es parte importante de que tengas éxito.
Te permite realizarte y sentirte orgulloso de ti mismo: Al dedicarte a lo que te gusta te brinda satisfacción y el sentimiento de realización que siempre se busca en la vida.
Seguridad: Al ser el dueño de tu negocio, no corres el riesgo de ser despedido.